Big Data: Una Historia Que se Repite
En la década de los 1800s un líquido negro, que hoy conocemos como petróleo, empezaba a brotar desde el interior de la tierra. En ese momento poco se conocía de sus distintos usos y cualidades, pero rápidamente fue mostrando sus diferentes propiedades y le dio el impulso a lo que hoy se conoce como la primera revolución industrial, impulsada por vapor en el principio pero que ahora recibía un nuevo insumo que le daría dimensiones, hasta ese momento, desconocidas. Del petróleo se derivó el kerosene, y también la gasolina (que en su inicio era considerada un desperdicio) y con el tiempo se fueron encontrando nuevos y variados usos como fue la creación de plásticos, asfalto y otros derivados, los cuales cambiaron la forma en que se fabricaban las cosas, como nos transportamos y los materiales de los artículos que usamos en el día a día.
De muchas formas en la 4ta revolución se repite esta historia. Los diferentes avances tecnológicos han permitido transformar industrias tradicionales y al igual que con el petróleo, en su momento, han ido generando recursos que en un principio no se sabía cómo utilizarlos, o de sus alcances, pero que con nuevos avances tecnológicos y nuevos procesos de análisis han ido mostrando sus diferentes y cruciales usos. Me refiero a los datos que constituyen el nuevo combustible que llega a cambiar la forma de hacer negocios. El potencial del Big Data es enorme y así como en los principios del petróleo, se encuentra bajo capas y capas de sistemas antiguos, en muchas organizaciones, esperando ser explotado y utilizado para impulsar las industrias hacia nuevos caminos.
Por ejemplo, la industria aseguradora tradicionalmente ha manejado sus datos como información de inmediatez donde unos campos en una base de datos sirven para hacer transacciones puntuales, pero para actuar de una forma inmediatista, y no aprovechar todo el potencial que pueden ofrecer para ser predictivos. Si bien estamos lejos de que cuando una persona cambie de ubicación de vivienda le llegue un mensaje de su aseguradora comunicándole que ha registrado su nueva localización (usando el gps), que ha analizado su riesgo (mediante cruces de sistemas de riesgo para determinar el nivel de exposición de su nuevo hogar) y que le está pasando una notificación de que su casa se encuentra cubierta bajo las condiciones de su póliza actual, con un descuento debido a que el riesgo es menor que en su anterior vivienda, y que a un click puede hacer el cargo automático a su tarjeta de crédito; si podemos vislumbrar un futuro no muy lejano donde este escenario es algo a lo que podemos llegar, solo resta empezar a hacer un uso de la materia prima actual con la que cuentan las empresas, sus datos.
Como en el principio del petróleo es cuestión de que cada organización estructure su estrategia de datos y empiece la perforación de las capas de sus sistemas actuales y construyan las “refinerías” de datos que la revolución digital va a necesitar para procesar, o simplemente pueden decidir seguir confiando en su buen caballo para que lo lleve de un lado al otro y decir que los carros “nunca dominarán la movilidad de las personas”.
Comments